
NECESIDAD DE PERDONAR PARA SANAR.
El perdón es la clave para la salud física y espiritual. Qué
triste es ver a tantas personas que viven y conviven con
odio, con rencor, sin perdonar a los que en un momento de
su vida les ofendieron y les causaron daño. Pero mucho
más triste es ver que esas mismas personas rezan
continuamente el Padre nuestro que Jesús nos enseñó, sin
tomar en cuenta sus palabras. "Perdónanos nuestras
ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos
ofenden". No podemos recibir el perdón de Dios, su amor,
si nosotros no perdonamos. Bien claramente nos lo dice
Jesús: "Cuando os pongáis a orar, si tenéis algo contra
alguien, perdonádselo, para que también vuestro Padre
celestial os perdone vuestros pecados. Pues si vosotros no
perdonáis, tampoco vuestro Padre celestial os perdonará
vuestras culpas." (Mc. 11, 25-26)
El Señor nos habla con gran claridad. Si no perdonas,
serás incapaz de recibir perdón por estar resistiendo a la
Luz. No perdonar es permanecer en la obscuridad y sin
amor con lo que se impide obtener el perdón de Dios.
La relación de nuestros pecados y ofensas que nosotros
cometemos contra Dios no tienen nada que ver en
magnitud con las ofensas que un hermano nos puede
causar. Y a pesar de ello, Dios nos perdona nuestros
pecados que son mucho más grandes, con tal que nosotros
perdonemos a nuestro hermano, en cosas tan pequeñas. El
mismo Jesús nos da un ejemplo práctico para que mejor lo
entendamos, cuando nos presenta aquel señor que
perdona a su siervo una deuda inmensa que no podía
pagar, solo porque se lo pidió, y este mismo siervo no es
capaz de perdonar a un compañero que le debía una suma
irrisoria. Conocemos cual fue la reacción del señor: que su
siervo sea llevado a la cárcel hasta saldar su cuenta, hasta
siempre. (Mt. 18, 23-35))
Perdonar, perdonar, perdonar siempre y ante cualquier
circunstancia y ofensa. Jesús, dándonos ejemplo, desde la
cruz perdonó a sus verdugos: "Padre, perdónalos, porque
no saben lo que hacen". (Lc. 23, 34) Y Jesús era
completamente inocente. ¿Y yo soy siempre inocente ante
la ofensa de otro?
"Muchos piensan que perdonar es perder y no se dan
cuenta que es ganar porque nos libera de nuestros odios y
resentimientos; nos asemeja a Jesús que amó y perdonó a
sus enemigos y nos abre el perdón y la gracia de Dios.
Perdonar es resucitar en nosotros la nueva vida traída por
Jesús. Perdonar y pedir perdón es como un relámpago que
anuncia una lluvia fecunda".

No llores si me amas,
Letanías de la Humildad (del Cardenal Merry del Val)
ORACION PARA EL ANGUSTIADO
Padre Celestial, que nos has dado el don de la libertad para amar y seguir Tus caminos y mandamientos: Perdona a aquellos padres que abusando de esta libertad destruyen el don de la vida que Tú le has dado a sus hijos.
Oración por las almas del Purgatorio 
Oración por la familia de Juan Pablo II
matrimoniales
La bendición
JACULATORIA A LA VIRGEN
Jesús, no tienes manos.
Ven Espíritu Santo, ven Espíritu de amor y de luz, restaura Tú que conoces los secretos del alma. Ven Espíritu Santo y actúa con poder. Hagámoslo a nuestra imagen y semejanza, Dios dijo. Bendigo mi vida en el vientre de mi madre. Bendigo el amor de mis padres, bendigo el momento en que fuí concebido, si fuè en pecado, resultado de la pasión, fuera del matrimonio. Te pido Señor sanes la culpa, miedo, angustia. Sana todo, Señor. Bendice mis primeros momentos el sentido de rechazo cuando mi madre supo que había vida en su vientre. Pues vine en estorbo. Mi padre me rechazó, no quiere aceptarme, hablaron de abortarme. Bendice y sana esto, Señor. Sana mi sentido de autodestrucción, de indignación y miedo a la vida. Mi mamà enferma en la gestación, con miedo a que no naciera. Sana Señor ese miedo a no nacer. Sana la timidez desde el vientre de mi madre. Sana la violencia de mi padre a mi madre, sana la ira, el golpe, el rechazo. Sana Señor, la tristeza, el rechazo, la ira en el vientre de mi madre. Si mi mamà fuè abandonada, sana ese rechazo; pues yo también fuì abandonado. Si la situación económica difícil, me faltó alimento. Dame fortaleza, vigor y energía Te pido Señor que en el momento del parto sanes la angustia, pues es antes de tiempo. Por eso siempre estoy apurado, porque fuè el parto difícil y largo. Sana Señor la impotencia de no poder nacer. Sana Jesús el rechazo por mi sexo, esperaban un hijo de otro sexo, por eso me comporto indebidamente. Sana Señor, ese rechazo. Sana Señor, ese momento en que no era adecuado para dar gusto a mis padres, por culpa de mi sexo. Sana todo eso Señor. Sana Señor mi complejo de perfeccionismo para sanar a mis padres. Sana las heridas pues me hicieron fórceps. Recíbeme Señor en Tus brazos dulces y seguros. Dame Tu amor, dame la bienvenida Jesús. Sana Señor, el celo de mi hermano, porque le quité el puesto. Sana el ambiente de discusión, la falta de respeto. Como en la Sagrada familia dame Jesús, paz y tranquilidad. Sana Señor el celo, la culpa reprimida. Me perdí, salí de mi casa. Señor tómame de la mano y llèvame a mis padres. Los amigos del colegio, se burlan de mí, sana Señor esa ira y burla reprimida. Me pellizcan, me quitan mis juguetes, sana la soledad y miedo. Libérame Señor, cárgame en Tus brazos, hazme sentir seguro contigo, Señor. El acoso sexual del que fuì objeto, no podía contarlo a mis padres, ni a nadie; me tenían bajo amenaza, del mismo sexo o de otro sexo. Sana el miedo Señor. Señor Jesús corrige al agresor, no lo condenes; pero corrìgelo Señor. Sana Señor los cambios de mi cuerpo, me siento feo, sana la vergüenza de mis cambios. Sana mis enemistades, a los que me han traicionado. Sana Señor las heridas de infidelidad y llena mis heridas de amor. Señor, la muerte visitó mi hogar; sana esa herida, la soledad, el temor. Sáname Señor; Tú llorastes a Lázaro, Tú llorastes a José, Tu papá. Envuelve este sentimiento en bálsamo de amor. Sana la soledad de la vejez, el estorbo, la marginalidad. Te entrego todas las situaciones dolorosas de mi vida. Ven Espíritu Santo y satura todas estas heridas en Tu amor. Señor te he dado mi libertad, mi paz; he roto Tus cadenas, permanece en mí, porque yo fuera de Tì, volvería al dolor y a la tristeza.

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