domingo, 16 de diciembre de 2007

DIA DE FIESTA

Hoy se cumplieron 50 años de ordenación de la Hermana María...


Una persona que se dedica constantemente a ayudar a los mas necesitados , no importa lo que pase ella siempre esta tendiendote su mano , y llevando la palabra ...

La celebración se llevo acabo en la parroquia Virgen Maria M.P , fue precedida por el Padre Obispo (Stokler) a cargo de la Diócesis de Quilmes .



Tambien se cumplieron 19 años de los votos Sacerdotales del Padre Franco Lütens

martes, 4 de diciembre de 2007

Él vino a Belén para quedarse con nosotros para siempre.
Adviento. Jamás debemos sentirnos solos. Dios está cerca de nosotros, se ha hecho uno de nosotros, naciendo de María.
Él vino a Belén para quedarse con nosotros para siempre.
Un Adviento de esperanza


"El reino de Dios está cerca. Estad seguros: no tardará"

Estas palabras, expresan el clima, impregnado de ferviente esperanza y oración, de nuestra preparación para las fiestas navideñas, ya cercanas.

El Adviento mantiene viva la espera de Cristo, que vendrá a visitarnos con su salvación, realizando en plenitud su reino de justicia y paz. La conmemoración anual del nacimiento del Mesías en Belén renueva en el corazón de los creyentes la certeza de que Dios cumple sus promesas. Por tanto, el Adviento es un fuerte anuncio de esperanza, que toca en lo más hondo nuestra experiencia personal y comunitaria.

Todo hombre sueña un mundo más justo y solidario, donde unas condiciones de vida dignas y una convivencia pacífica hagan armoniosas las relaciones entre las personas y entre los pueblos. Sin embargo, con frecuencia no sucede así. Obstáculos, contrastes y dificultades de diversos tipos abruman nuestra existencia y a veces casi la oprimen. Las fuerzas y la valentía para comprometerse en favor del bien corren el riesgo de ceder ante el mal, que parece triunfar en ocasiones. Es especialmente en estos momentos cuando viene en nuestra ayuda la esperanza.

El misterio de la Navidad, que reviviremos dentro de pocos días, nos asegura que Dios es el Emmanuel, Dios con nosotros. Por eso, jamás debemos sentirnos solos. Dios está cerca de nosotros, se ha hecho uno de nosotros, naciendo de María. Ha compartido nuestra peregrinación en la tierra, garantizándonos la alegría y la paz a las que aspiramos en lo más íntimo de nuestro ser.

Al hombre, que busca la comunión con Dios, el Adviento, y sobre todo la Navidad, le recuerda que es Dios quien tomó la iniciativa de salir a su encuentro. Al hacerse niño, Dios asumió nuestra naturaleza y estableció para siempre su alianza con la humanidad entera.

Por consiguiente, podríamos concluir que el sentido de la esperanza cristiana, que el Adviento nos vuelve a proponer, es el de la espera confiada, la disponibilidad activa y la apertura gozosa al encuentro con el Señor. Él vino a Belén para quedarse con nosotros para siempre.

Alimentemos, por tanto, amadísimos hermanos y hermanas, estos días de preparación inmediata para la Navidad de Cristo con la luz y el calor de la esperanza.

¡Feliz Adviento! y ¡Feliz Navidad a todos!

lunes, 3 de diciembre de 2007

Hermanos junto con el comienzo del Adviento el miercoles 5 de diciembre se celebra la misa de cadena de prosperidad a las 18:30 Hs

Animo, no temáis! Nuestro Dios viene a salvarnos
Adviento. Toda nuestra vida debe ser un «adviento», una espera vigilante de la venida definitiva de Cristo.

¡Animo, no temáis! Nuestro Dios viene a salvarnos
Intervención de Juan Pablo II en la audiencia general del 18 de diciembre 2002, dedicada a la preparación espiritual de la Navidad.



¡Que todos los hombres lo acojan!

En este tiempo de Adviento nos acompaña la invitación del profeta Isaías: «Decid a los de corazón intranquilo: ¡Animo, no temáis! Nuestro Dios viene a salvarnos» (35, 4). Se hace más apremiante al acercarse la Navidad, enriqueciéndose con la exhortación a preparar el corazón a la acogida del Mesías. El esperado por la gente vendrá y su salvación será para todos los hombres.

En la Nochebuena volveremos a evocar su nacimiento en Belén, volveremos a vivir en cierto sentido las emociones de los pastores, su alegría y estupor. Contemplaremos con María y José la gloria del Verbo que se ha hecho carne por nuestra redención. Rezaremos para que todos los hombres acojan la vida nueva que el Hijo de Dios ha traído al mundo al asumir nuestra naturaleza humana.

La Liturgia del Adviento, empapada de constantes alusiones a la espera gozosa del Mesías, nos ayuda a comprender en plenitud el valor y el significado del misterio de la Navidad. No se trata sólo de conmemorar el acontecimiento histórico, que hace más de dos mil años tuvo lugar en una pequeña aldea de Judea. Es necesario comprender más bien que toda nuestra vida debe ser un «adviento», una espera vigilante de la venida definitiva de Cristo. Para predisponer nuestro espíritu a acoger al Señor que, como decimos en el Credo, vendrá un día para juzgar a vivos y muertos, tenemos que aprender a reconocerlo en los acontecimientos de la existencia cotidiana.

El Adviento es, por tanto, por así decir un intenso entrenamiento que nos orienta con decisión hacia Aquél que ya vino, que vendrá y que viene continuamente.

Con estos sentimientos, la Iglesia se prepara a contemplar extasiada el misterio de la Encarnación. El evangelio narra la concepción y el nacimiento de Jesús, y refiere las muchas circunstancias providenciales que precedieron y rodearon un acontecimiento tan prodigioso: el anuncio del ángel a María, el nacimiento del Bautista, el coro de los ángeles en Belén, la venida de los Magos de Oriente, las visiones de san José. Son todos signos y testimonios que subrayan la divinidad de este Niño. En Belén nace el Emmanuel, el Dios con nosotros.

La Iglesia nos ofrece, en la liturgia de estos días, tres singulares «guías», que nos indican las actitudes que hay que asumir para salir al encuentro de este divino «huésped» de la humanidad.

1. Ante todo, Isaías, el profeta de la consolación y de la esperanza, proclama un auténtico evangelio para el pueblo de Israel, esclavo en Babilonia, y exhorta a mantenerse vigilantes en la oración para reconocer los «signos» de la venida del Mesías.

2. Después aparece Juan el Bautista, precursor del Mesías, que se presenta como «voz del que clama en el desierto», proclamando «un bautismo de conversión para perdón de los pecados» (Cf. Marcos 1, 4). Es la única condición para reconocer al Mesías ya presente en el mundo.

3. Por último, está María que, en este tiempo de preparación a la Navidad, nos guía hacia Belén. María es la mujer del «sí» que, a diferencia de Eva, hace propio y sin reservas el proyecto de Dios. Se convierte de este modo en una luz clara para nuestros pasos y el modelo más elevado de inspiración.

Queridos hermanos y hermanas, dejémonos acompañar por la Virgen hacia al Señor que viene, permaneciendo «vigilantes en la oración y exultando en la alabanza».

A todos les deseo una buena preparación para las próximas fiestas navideñas

sábado, 24 de noviembre de 2007

DOMINGO 25 DE NOVIEMBRE 10:30 Hs, se llevara a cabo la celebración de la Primera Comunion de los chicos de la capilla INMACULADA ( VIRGEN MARÍA)

ULTIMA PARTE DE :
LA SANACIÓN A TRAVÉS DEL PERDÓN...


ESPERO QUE CON LA CULMINACIÓN DE ESTE ARTICULO realmente perdonemos sanemos , y enseñemos lo aprendido a nuestros hermanos
y hermanas que estén pasando por las mismas circunstancias que nosotros pasamos ...GLORIA Y ALABANZA A NUESTRO DIÓS


¿QUÉ DEBEMOS HACER PARA PERDONA?



La respuesta nos la da el mismo Jesús; "Amad a vuestros
enemigos; haced el bien a los que os odian; bendecid a los
que os maldicen; orad por los que os calumnian" (Lc.6, 27 -
28). Cuando captamos la necesidad de perdonar estas son
las tres cosas que hay que hacer, según Jesús: Amar,
hacer el bien a la persona y orar.
El primer paso es amar. El amor no significa un
sentimiento superficial y efusivo; el amor es una
decisión. No resulta fácil amar a quien nos causó daño;
a nivel humano es casi imposible. Es posible, con todo,
si amamos con Jesús, tal cual Él la ama.
a.
El siguiente paso, es hacer algo, a la
persona que nos dañó, con amor junto con Jesús.
Pronto nos daremos cuenta que lo que no
deseábamos hacer antes, empezamos a desearlo.
b.
El tercer paso, es orar compartiendo nuestro
corazón con Jesús y tomando el suyo para hacer el
bien de esa persona y de nosotros.
c.
"Mientras más hagamos esto, más agradecidos
estaremos, no por el mal mismo sino por el desarrollo
que se genera o puede generarse de él, cuando
amamos sin egoísmos y sin esperar recompensa. En
el grado en que sabemos agradecer un daño,
somos sanados". (Hermanos Linn)


¿A QUIEN DEBEMOS PERDONAR?


En el fondo de toda herida interior hay un sufrimiento que
nos hace culpar a alguno de ese mal. Pueden ser los
propios padres, hermanos, personas allegadas; puede ser
igualmente que a quien culpamos sea el mismo Dios; Y
muchas veces nos culpamos a nosotros mismo.
Perdonar al próximo. En nuestra relación unos
con otros, cada día nos herimos y nos dañamos. Y
cada día nos debemos perdonar unos a otros para que
no se vayan acumulando en nuestro interior bloqueos y
ataduras.
a.
Perdonar no significa dejar de ser hombres y perder la
propia psicología, o convertirse en un ángel. No hay
que entender el perdonar como una anulación del
pasado y de la propia sensibilidad. A una madre a
quien le han matado a su hijo no se le puede pedir que
tenga cariño por el asesino, si bien es una meta a la
que se llega después de un largo camino.
El perdón es un acto de la voluntad y no del
sentimiento. Por eso el primer paso que hay que dar es
"querer" perdonar. Hay que rechazar todo sentimiento
de odio, de venganza, de rencor, de desear el mal a
quien nos ha herido, que pague, que no pase
inadvertido lo que nos hizo. Mientras quede un mínimo
y velado deseo de venganza, será como un veneno
que nos carcome lentamente, nos quita la alegría de
vivir, nos deja sin fuerzas para luchar, no permite que
maduremos, que demos amor, etc.
Debemos pedir a Dios la gracia de salir de esa cárcel
asfixiante, pedir la gracia de "querer" perdonar.
Muchas veces el perdón es superficial, solo aparente,
no brota del corazón. Ese perdón no libera, Sabremos
que no hemos perdonado de verdad si deseamos que
la persona que nos hizo daño le vaya mal, trato de
criticarlo, no soporto que hablen bien de él, no quiero
recordarlo, me molesta mucho si lo veo pasar o lo
encuentro en una reunión.
El verdadero perdón cristiano es incondicional; es
liberar al otro de tener que sufrir por lo que me hizo. El
perdón auténtico incluye la decisión de amar al otro tal
cual es. (Extracto del libro "Sanar un amor herido" de
V. M. Fernández).
Perdonarse a sí mismos. Muchos cristianos
pueden perdonar fácilmente a otros, pero no a sí
mismos. Tal vez éste sea uno de los aspectos más
difíciles para algunos. Aunque comprenden que Jesús
les ha perdonado, no son capaces de perdonarse a sí
mismos por sus pecados y ofensas; por errores
cometidos, por haber sido infieles a los propios ideales,
por haber defraudado a otros, por haber fracasado en
algo, por no ser perfectos, etc.
b.
La situación se agrava, si en nuestra infancia o
adolescencia se burlaron de nosotros y ahora
queremos demostrarnos que somos superiores.
Para recuperar el equilibrio interior es necesario
perdonarse a sí mismo. Para ello hay que reconocer
que no somos perfectos, que cometeremos errores,
que somos limitados, que tenemos luz y tinieblas, que
no somos ángeles, etc. Pero también hay que
reconocer que somos una criatura creada por Dios y
que Él nos ama, que nos ha llenado de dones y
cualidades, y que nos debemos amar como Él nos
ama, aceptar como Él nos acepta, perdonar como Él
nos perdona. El amar a Dios incluye no olvidarse de sí
mismo, dándonos los pequeños y sanos gustos de la
vida.
Perdonar a Dios. Otro de los obstáculos en la
oración de sanación es el resentimiento subconsciente
hacia Dios. Esto es más común de lo que imaginamos.
Si bien reconocemos que Dios es perfecto y que no
puede equivocarse, sin embargo subjetivamente nos
revelamos contra Él cuando, ante ciertas
circunstancias de la vida, lo vemos injusto, malo con
nosotros, castigador. Ante la muerte de un ser querido
o de una persona joven, cuando nuestra oración
creemos que no es escuchada, ante una enfermedad o
una contrariedad, principalmente si nos creemos
buenos y creemos injusto lo que nos hace.
c.
También en este aspecto necesitamos perdonar. Para
ello nos puede ayudar lo siguiente. Dios nunca manda
cosas malas, solo las "permite". Dios respeta el curso
natural de las cosas, y ordinariamente no hace
milagros. Que muchas de las cosas malas que nos
suceden son obra de nuestra condición humana y que
Dios no las quiere. Que hay cosas negativas en la vida
que a la larga pueden producir algo bueno, aunque
nosotros no lo veamos. Y sobre todo, pensar que Dios
nos ama con el más puro amor de Padre y que Él todo
lo ordena para nuestro bien, siempre que nosotros no
lo desviemos.
No permitamos quedarnos con el sentimiento de que
Dios es injusto. Presentémonos ante Dios y digámosle

que nos sentimos "ofendidos". Vayamos a Él como
amigo y digámosle las cosas claras porque sabemos
que con el amigo todo tiene una solución. Si no somos
sinceros no podremos sanarnos y nuestra relación con
Dios se irá debilitando. Dios mismo nos invita a
presentarle nuestras quejas, a discutir con Él. "Vengan
y discutamos, dice Yahvé" (Is. 1, 18)
Señor Jesús, derrama tu Espíritu sobre mí, para que
pueda entender la necesidad de perdonar y dame la
fuerza necesaria para que yo, en Tu nombre, "quiera"
perdonar a los que tanto me han ofendido. Amén.
Si te puede ayudar para pedir perdón, te presento una
oración que presenta diversas circunstancias de la vida en
donde pudo haber ofensa, pero tú déjate llevar por el
Espíritu para que te guíe a personas o grupos que tu
necesitas perdonar.
PINCHA AQUÍ.
Para terminar, transcribimos un testimonio que trae el P.
Roberto de Grandis en "Sana a tu hermano". En él se ve el
poder sanador del perdón en nombre de Jesús.
"Querido Padre: Hace dos días, se me pidió ir a orar con
una señora que ha estado enferma por varios años; su
condición se iba haciendo cada vez peor. Ella había sido
operada, y en ese tiempo estaba bajo estricto control
médico para permanecer de espaldas en cama lo más que
pudiese. Tenía serios problemas domésticos en su hogar.
"Cuando llegué a la casa de la señora, estaba echada de
espaldas con fuertes dolores en la cabeza, la columna y las
rodillas. Hizo esfuerzos para sentarse llorando y con tanto
dolor, que tuvieron que ayudarle a echarse de nuevo con
mucha suavidad. Sabiendo que tenía problemas
domésticos comencé a orar por su sanación psicológica.
Estaba llena de resentimientos acerca de muchas cosas y a
pesar de encontrar difícil perdonar a su esposo y a sus hijos
que la trataban mal, después de usar la imaginación
creadora y de pedirle que pensara en el Señor Jesús,
amándoles y perdonándoles, e invitándole a que ella
hiciese lo mismo, ella por fin pudo perdonarles. Pero
cuando llegamos al momento de perdonar a la mujer con la

que su esposo estaba viviendo, ella empezó a temblar y a
rechinar sus dientes fuertemente. También se quejó de que
los dolores de cabeza se hacían más intensos. No podía
decir "yo perdono" a aquella mujer. Cuanto más resistía en
perdonarla temblaba más fuertemente y sus dientes
rechinaban aun más, y sus gritos por su dolor de cabeza
eran más altos. Yo oré para que ella se liberara del espíritu
de falta de perdón y de sus resentimientos, y sólo después
de diez minutos, ella empezó a sollozar y finalmente dijo:
"Yo te perdono porque Jesús te ama". Inmediatamente se
tranquilizó, y entró en lo que parecía ser un sueño
profundo.
Oré para que el Señor le sanara, le devolviese la integridad
de su salud y para que el Señor la llenase de paz, y pocos
minutos después le pregunté cómo se sentía. Todos los
dolores de cabeza, de la columna y de las rodillas habían
desaparecido. Se levantó de su cama, nos sirvió refrescos y
en ese momento participó lo que había sentido. Alabado
sea Dios.
"Yo he estudiado Consejería aplicada a la Pastoral en los
Estados Unidos, en verdad yo puedo decir que lo que se
realizó allí por el poder del Señor y por medio de la
sanación interior, hubiese tomado por lo menos veinte a
veinticinco horas de consejería para lograr la sanación.
ALABADO SEA DIOS. Hna. Paul, O.P.".

martes, 20 de noviembre de 2007

LA SANACIÓN A TRAVÉS DEL PERDÓN . (cuarta parte)


NECESIDAD DE PERDONAR PARA SANAR.

El perdón es la clave para la salud física y espiritual. Qué
triste es ver a tantas personas que viven y conviven con
odio, con rencor, sin perdonar a los que en un momento de
su vida les ofendieron y les causaron daño. Pero mucho
más triste es ver que esas mismas personas rezan
continuamente el Padre nuestro que Jesús nos enseñó, sin
tomar en cuenta sus palabras. "Perdónanos nuestras
ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos
ofenden". No podemos recibir el perdón de Dios, su amor,
si nosotros no perdonamos. Bien claramente nos lo dice
Jesús: "Cuando os pongáis a orar, si tenéis algo contra
alguien, perdonádselo, para que también vuestro Padre
celestial os perdone vuestros pecados. Pues si vosotros no
perdonáis, tampoco vuestro Padre celestial os perdonará
vuestras culpas." (Mc. 11, 25-26)
El Señor nos habla con gran claridad. Si no perdonas,
serás incapaz de recibir perdón por estar resistiendo a la
Luz. No perdonar es permanecer en la obscuridad y sin
amor con lo que se impide obtener el perdón de Dios.
La relación de nuestros pecados y ofensas que nosotros
cometemos contra Dios no tienen nada que ver en
magnitud con las ofensas que un hermano nos puede
causar. Y a pesar de ello, Dios nos perdona nuestros
pecados que son mucho más grandes, con tal que nosotros
perdonemos a nuestro hermano, en cosas tan pequeñas. El
mismo Jesús nos da un ejemplo práctico para que mejor lo
entendamos, cuando nos presenta aquel señor que
perdona a su siervo una deuda inmensa que no podía
pagar, solo porque se lo pidió, y este mismo siervo no es
capaz de perdonar a un compañero que le debía una suma
irrisoria. Conocemos cual fue la reacción del señor: que su
siervo sea llevado a la cárcel hasta saldar su cuenta, hasta
siempre. (Mt. 18, 23-35))
Perdonar, perdonar, perdonar siempre y ante cualquier
circunstancia y ofensa. Jesús, dándonos ejemplo, desde la
cruz perdonó a sus verdugos: "Padre, perdónalos, porque
no saben lo que hacen". (Lc. 23, 34) Y Jesús era
completamente inocente. ¿Y yo soy siempre inocente ante
la ofensa de otro?
"Muchos piensan que perdonar es perder y no se dan
cuenta que es ganar porque nos libera de nuestros odios y
resentimientos; nos asemeja a Jesús que amó y perdonó a
sus enemigos y nos abre el perdón y la gracia de Dios.
Perdonar es resucitar en nosotros la nueva vida traída por
Jesús. Perdonar y pedir perdón es como un relámpago que
anuncia una lluvia fecunda".

lunes, 12 de noviembre de 2007

HERMANITOS hoy acompañando con el evangelio del dia les COMPARTO LA TERCERA PARTE DE LA SANACIÓN A TRAVÉS DEL PERDÓN.


Evangelio según San Lucas 17,1-6.

Después dijo a sus discípulos: "Es inevitable que haya escándalos, pero hay de aquel que los ocasiona!
Más le valdría que le ataran al cuello una piedra de moler y lo precipitaran al mar, antes que escandalizar a uno de estos pequeños.
Por lo tanto, ¡tengan cuidado! Si tu hermano peca, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo.
Y si peca siete veces al día contra ti, y otras tantas vuelve a ti, diciendo: 'Me arrepiento', perdónalo".
Los Apóstoles dijeron al Señor: "Auméntanos la fe".
El respondió: "Si ustedes tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, y dijeran a esa morera que está ahí: 'Arráncate de raíz y plántate en el mar', ella les obedecería.

Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.


REFLEXIÓN DE SAN AGUSTIN SOBRE LA SANACION A TRAES DEL PERDON


San Agustín (354-430), obispo de Hipona (África del Norte) y doctor de la Iglesia
Disertación sobre los salmos, Sl 60,9; PL 39,771


Pedir perdón y perdonar a los demás


“Las sendas del Señor son misericordia y lealtad para los que guardan su alianza y sus mandatos” (Sl 24,10). Eso que dice el salmo sobre el amor y la verdad es de suma importancia…Habla del amor porque Dios, para perdonar nuestros pecados y prometernos la vida eterna, no se fija en nuestros méritos sino en su bondad. Habla también de la verdad porque Dios mantiene siempre sus promesas. Reconozcamos a este modelo divino e imitemos a Dios que nos manifiesta su amor y su verdad… Hagamos como él, llevando a cabo en este mundo obras llenas de amor y de verdad. Seamos buenos para con los débiles, los pobres e incluso con nuestros enemigos.

Vivamos en la verdad evitando de hacer el mal. No multipliquemos los pecados, porque el que peca y presume de la bondad de Dios, corre el riesgo de hacer creer que Dios es injusto. Se imagina que, a pesar de obstinarse en el pecado y no querer arrepentirse, Dios vendrá igualmente y le dará un lugar entre sus fieles servidores. Pero ¿sería justo que Dios te coloque en el mismo lugar que los que han renunciado a sus pecados siendo así que tú has querido perseverar en los tuyos?... ¿Por qué, pues, quieres forzarlo a que haga tu voluntad?... Mejor que tú te sometas a la suya.

El salmista dice, precisamente, a propósito de esto: “¿Quién buscará la misericordia y la verdad del Señor junto a él?” (Sl 60,8 Vlg)… ¿Por qué decir “junto a él”? Son muchos los que buscan en los Libros santos conocer el amor del Señor y su verdad. Pero una vez lo han conseguido viven para ellos, no para él. Buscan sus propios intereses, no los de Jesucristo. Predican el amor y la verdad pero no los practican. Siendo así que aquel que ama Dios y a Cristo, cuando predica la verdad y el amor divinos, los busca por Dios, no por su propio interés. No predica para sacar de ello ventajas materiales, sino por el bien de los miembros de Cristo, es decir, de sus fieles. Les da lo que ha aprendido en espíritu de verdad, “de manera que los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió y resucitó por ellos (2 C 5,15) “¿Quién buscará la misericordia y la verdad el Señor?”


TERCERA PARTE DE LA SANACION A TRAVES DE PERDON



A nivel físico. La falta de perdón engendra odio,
venganza, resentimiento, tristeza y ellos envuelven
toda nuestra vida emotiva. Tal estado produce tensión
en nuestro sistema nervioso y a través de los años
esta tensión influye en nuestra parte física; muchas
enfermedades son fruto de estos estados de tensión y
sufrimiento. No hay que olvidar que el hombre forma
una unidad en su parte física, espiritual y psíquica;
cualquier parte de ellas que esté enferma, repercute en
las demás. En la práctica lo vemos cada día, cuando
alguien dice: "Se me encoge el estómago cuando
pienso en mi marido, o cuando pienso en mi mujer, o
cuando pienso en esta o aquella persona"; el recuerdo
de una persona que nos ha herido y no la hemos
perdonado nos revuelve las entrañas y nos afecta la
parte física.
b.
Muchas personas continuamente están pidiendo
oración por sus enfermedades físicas y no encuentran
resultados positivos. Pero cuando se han abierto al
perdón, vieron con sorpresa que sus enfermedades
físicas también sanaban. Incluso de artrosis profundas
se han visto librados cuando a través de Jesús han
perdonado, tal como transcribe un testimonio el P.
Emiliano Tardif en su libro "Jesús está vivo". La
deducción es clara; estas enfermedades estaban
causadas por la falta de perdón.



viernes, 9 de noviembre de 2007

images121.jpg¡Viva Jesús y María! Roma, 20 de noviembre 1904

Rmo. Señor Pro Vicario Pbro. Don Esteban Pagliere Muy Rdo. Padre:

Tengo el máximo honor de dirigir a V. R. una humilde como la presente desde la capital del mundo católico. Llegué a ésta ayer de mañana, y fui a saludar al Ilmo. Mons. Cagliero en la Procura general dé los salesianos ante la S. Sede, su residencia Episcopal. Estuve todo el día con el bondadoso prelado y al mismo tiempo me manifestó su juicio diciéndome que mi colegio estaba en la simpática y hermosa villa de Frascati. Mañana lunes Mons. Cagliero me conducirá a aquel Paraíso terrestre, donde el Señor y buen Jesús obrarán en mí según su voluntad.

Oh, quiera el Corazón Sacratísimo de Jesús y la Materna Bondad de la Purísima Concepción Inmaculada, bendecirme y tomarme bajo sus mantos seguros; ayudándome en mis estudios; dándome la Salud, Santidad, Sabiduría que me son indispensables para seguir con buen éxito mis atrasados estudios!

¡Oh, tengo verdaderamente una santa envidia a mis seis antiguos condiscípulos que este año jubilar de la Inmaculada, ofrecerán a tan buena Madre Celestial una brillante corona; consagrándose totalmente a su divino Hijo Jesús; revistiéndose con la vestidura del Divino Maestro, pasar del hombre viejo al nuevo; en fin, renunciando por completo al demonio, mundo y carne! ¡Que dichosos! ¡También ellos me debían de preceder! Pero “Fiat volutas Domini'’. El Señor no se olvida de sus criaturas. Llegará el día en que yo también me enlute para siempre de una vez. Puede ser que el Señor no me veía bastante preparado: y que por mal de mis pecados haya deparado el tiempo de consagrarme por completo al Señor. S. R. no se olvidará de este su pobre hijo en la Santa Misa. Cuando llegue a Frascati le escribiré nuevamente, dándole noticias más detalladas e impresiones de los primeros días. Mons. Cagliero no está muy bien de salud, pero puede atender todas sus cosas y quehaceres, pero con moderación. Se preparan grandes fiestas para la Inmaculada en la Ciudad Eterna. Corren voces de que todas las estatuas de la Virgen existentes en la Santa Ciudad serán coronadas y sé verificarán varias beatificaciones en dicho día en la Gran Basílica de San Pedro. Para esos días espero estar en Roma, según promesas de Mons. Cagliero. Espero una de sus cartas.

Con la esperanza de escribirle lo más pronto posible le saludo atentamente, a los demás Rdos. Superiores, Hermanos y Niños, y profésome de V. R. Humildísimo hijo en J. y M. Ceferino Namuncurá N.B.: Buena fiesta de la Purísima y hasta Frascati. ¡Adiós!

Ceferino Namuncurá y sus virtudes


images23.jpgFue modelo de todas las virtudes… cualquiera que busquemos: humildad, pureza, paciencia, caridad, fe, esperanza. Y en grado heróico. Por eso fue declarado VENERABLE por el Papa Paulo VI. El milagro que se aceptó como tal, es el caso de una mujer de Córdoba, que tenía 24 años y que se curó en forma instantánea e íntegramente de un cáncer de útero, y hasta pudo concebir nuevamente. Este hecho para la ciencia es absolutamente inexplicable y esto fue corroborado con estudios médicos anteriores y posteriores de la mujer, que acreditan la desaparición de la enfermedad. Este milagro atribuido a Ceferino se produjo en el 2000. La familia de esta joven con cáncer de útero pidió intensamente la intercesión de Ceferino ante Dios para salvarle la vida. Y la mujer se curó. La causa llegó a Roma desde Córdoba, donde durante cuatro años se estudió y altas fuentes de la iglesia indicaron que fue bastante rápido el tratamiento del caso. El padre Enrico Dal Cóvolo, postulador de la causa de Ceferino en Roma, informó que a principios de diciembre pasado « la consulta médica de la Congregación para la Causa de los Santos dictaminó que, desde el punto de vista clínico, la curación sometida a su juicio científico, era inexplicable». “Se ha avanzado rápidamente en ella. Yo creo que esto es una señal de la Providencia que sirve a legitimar un culto tan popular que la gente del pueblo en Argentina dirige a Ceferino”, dijo el sacerdote salesiano.

  • Si Ceferino hubiera escrito su autobiografía
  • Beatificación de Ceferino Namuncurá (su vida)
  • Carta de ceferino Namuncurá
  • Si Ceferino hubiera escrito su autobiografía


    33.jpgImagina como sería la autobiografía de CEFERINO NAMUNCURÁ : Soy Ceferino Namuncurà, hijo de los mapuches Don Manuel y Rosario Burgos, nacido en Chimpay, a la vera del Currú Leufú(Río Negro). Me crié cazando, juntando leña en el monte, cuidando caballos y ovejas. Como mapuche adoré a Nguenechén, el Supremo Hacedor o Ser Creador de todas las cosas. Veníamos de muchos años de luchas sangrientas, donde perdimos todos. Vivimos en la miseria. Sin instrucción ni médicos, rodeados de soldados violentos y civiles inescupulosos que ganaban dinero a nuestra costa. Nadie nos defendía.

    Por eso decidí estudiar: para ayudar a mi gente… pero debía irme lejos. Así que con mi padre nos fuimos a Buenos Aires. Tuve que aprender el castellano (que apenas balbuceaba). Como no tenía conocimientos debí empezar con niños menores. Era otro mundo, tan distinto del mío. A veces fui incomprendido, criticado y discriminado. Estudié mucho, me esforcé y así pude avanzar en la escuela.

    Empecé a conocer a Jesús. Aprendí el catecismo y eso me cambió la vida. Supe que El fue crucificado por mi. Conocí que había Resucitado y estaba Vivo. Empecé a vivir la Misa con toda el alma: escuchaba su Palabra con atención para ver que me decía Jesús.

    Mi corazón se llenó de celo por comunicar estas cosas maravillosas a los demás, en especial mi gente. Quería que toda la Patagonia conociera a Jesús, su Amor y su Evangelio. Quería ser misionero. Después me enfermé. Y me llevaron a Roma.

    No volvería más a mi tierra. Y ahora soy misionero de tantos que están lejos de Jesús e intercedo por ellos.

  • Ceferino Namuncurá y sus virtudes
  • Oración por intercesión de Ceferino Namuncurá(Próximo beato)
  • Beatificación de Ceferino Namuncurá (su vida)
  • Beatificación de Ceferino Namuncurá (su vida)


    3290066852.jpgFestividad:11 de mayo. Beatificación:11 de noviembre del 2007.

    Ceferino Namuncurá Burgos ( nació en Chimpay, Río Negro, 26 de agosto de 1886 y murió en Roma, 11 de mayo de 1905). Laico, joven, salesiano, argentino de origen mapuche. Nació en la reducción mapuche de Chimpay. Era hijo de Rosario Burgos (una cautiva chilena) y del cacique Manuel Namuncurá, que luchó en la batalla del 5 de mayo de 1883 contra el Ejército Argentino comandado por el Gral. Julio A. Roca, y nieto del caudillo mapuche Calfucurá. El cacique Namuncurá practicó la poligamia ( como costumbre de esa época). En 1990 Manuel con 89 años se casa con una de sus esposas: Ignasia Rañil (38 años) y reconoce oficialmente a doce de sus hijos naturales (hijos de distintas mujeres), uno de ellos Ceferino. Carmen Burgos, su madre, sigue viviendo en la tribu. Al año de edad, en 1887, Ceferino salva su vida milagrosamente de perecer ahogado en el Río Negro, mientras jugaba en sus orillas. Manuel ve que su hijo va a una muerte segura. Se narra que en ese momento Manuel invocó al Gran Ser Creador de todas las cosas, y que luego se convirtió en una plegaria al Dios cristiano, pidiendo el milagro para su hijo. Este se produce ya que las aguas lo arrojan a la orilla. Ese mismo año, el 24 de diciembre en vísperas de Navidad, es bautizado por el misionero salesiano Padre Domingo Melanesio. En la parroquia de Patagones está escrito: “ Libro de la Parroquia de Parragones, n# 127, año de 1888. En 24 de diciembre del año del Señor de mil ochocientos ochenta y ocho, el presbítero Domingo Melanesio en misión en el río Negro bautizó solemnemente, puso óleo y crisma, a Ceferino Namuncurá, de sexo masculino, que nació el día 26 de agosto del año 188 y seis… siendo sus padrinos José Rivero, natural de Buenos Aires, de 38 años de edad, domiciliado en Roca, y Carmen Burgos, natural de Mendoza, de 30 años, …”

    En los primeros años de la infancia ya no viven en los toldos, sino en un rancho. Participa de la actividad de la caza para alimentarse. Se cuenta que muchos indígenas alcoholizados a veces querían matar más avestruces y guanacos de los que necesitaban y Ceferino les pedía que se detuvieran. También compartió la pobreza, cuidar el poco ganado que tenían, traer leña del monte y aprender a ser jinete. A los 11 años pide que lo lleven a estudiar para luego regresar y así poder enseñar a los de su pueblo (”a estudiar para hacer bien a mi raza” según su expresión). Su madre decía: “Ceferino desde pequeño pensaba como un hombre”. Su padre, que era cacique mapuche, es nombrado Coronel de la Nación y va a Buenos Aires donde se encuentra con el General Luis María Campos, su amigo y Ministro de Guerra y Marina. Este le da a Ceferino una beca para estudiar en el taller de carpintería de la Armada en la localidad de Tigre. Permanece allí 3 meses, y le escribe a su papá que lo saque porque no le gusta ese ambiente y esa profesión. Manuel Namuncurá y su hijo visitan, luego, al Dr. Luis Sáenz Peña, ex presidente argentino, quien recomienda a Ceferino a los Salesianos.

    El 20 de septiembre de 1897 Ceferino es inscripto como alumno estudiante interno. La noticia de que un cacique visita el colegio causa revuelo. Ceferino es bien recibido por las autoridades y por sus compañeros, algunos de ellos esperaban un espíritu guerrero e indómito pero fueron impresionados por la tímida sonrisa que le iluminaba el oscuro rostro. Allí se dedica al estudio, aprende el idioma castellano y el catecismo. Se destaca en matemática. Es un excelente y paciente compañero. El 8 de septiembre de 1898 Ceferino recibe la Primera Comunión y, un año más tarde el 5 de noviembre de 1899, recibe el Sacramento de la Confirmación. Un compañero dijo: “ La piedad de Ceferino se manifestaba en los más insignificantes detalles de la vida colegial: en su palabras, en sus actos, en el modo como se santiguaba, al hacer la genuflexión en el tabernáculo, al tomar el agua bendita y al rezar las oraciones”. El padre Cesar Ceccoto dijo: “ Ceferino fue mi alumno durante dos años en el colegio Pio IX de Buenos Aires. Joven de sincera piedad, sencillo, el mejor que yo tuviera en aquellos años felices. Con la mayor devoción y recogimiento se acercaba diariamente a la santa Comunión y puntualmente cada semana y aún mas a menudo, se confesaba. Nutría especial devoción a Jesús sacramentado, a la Virgen santísima y a nuestro padre Don Bosco. Durante los recreos se lo veía a menudo en la iglesia, a los pies del tabernáculo o delante de la estatua de la Virgen, en devota oración, y a veces con algún compañero al que solía invitar amablemente….Nunca se le escapaba una palabra de críica, de murmuración o de resentimiento …. aunque no tuviera una inteligencia extraordinaria, era siempre de los primeros en los exámenes. A fuerza de voluntad y de aplicación, lograba igualar y superar a los compañeros dotados de mayor memoria y capacidad. …Humilde, mortificado, servicial, le agradaba que le encargasen la limpieza del aula.”

    A principios de 1902 su salud comienza a deteriorarse y le diagnostican tuberculosis. Monseñor Cagliero decide trasladarlo a Viedma, con la esperanza de que recuperara la salud. A comienzos de 1903, en el colegio “San Francisco de Sales” de Viedma comienza su estudio secundario como aspirante salesiano. Allí cumple una tarea de sacristán del colegio. Su salud se deteriora más y más. El sacerdote médico Evasio Garrone y el enfermero del hospital el Beato Artémides Zatti cuidan de Ceferino. Miguel de Salvo (compañero y luego presbítero salesiano) narró que Ceferino había soñado varias veces que “ una voz queda me llama repetidamente diciéndome “ven conmigo, ven”…”

    El 19 de julio de 1904 con 17 años, Ceferino es trasladado a Turín, Italia por Monseñor Cagliero. Los salesianos pensaron que el clima sería beneficioso para la salud y podría continuar sus estudios de sacerdocio. Estudia en el colegio de “Villa Sora” (Frascati, Roma). En Turín, el Beato Miguel Rúa, el primer sucesor de San Juan Bosco, dialoga varias veces con él. Visita la tumba de don Bosco. Allí cumple 18 años. Parece que su salud mejora .Ceferino expresa en una de su cartas: ”estoy más morrudo”.

    El 27 de septiembre de 1904, Ceferino visita al Papa Pío X, junto con Monseñor Cagliero, los sacerdotes José Vespignani y Evasio Garrone y otros salesianos. A Ceferino le encomendaron la tarea de pronunciar un breve discurso con unas emocionadas palabras y obsequia al Papa un Quillango de guanaco Mapuche. Pío X se conmueve, lo bendice y le obsequia la medalla destinada a los príncipes. Le dice: “Hijo, te doy gracias por lo bien que hablas del Vicario de Cristo. Quiera el Señor que puedas poner en práctica todo lo que dices: de convertir a todos tus hermanos de la Patagonia en Jesucristo. Y yo, a este fin, te doy de todo corazón mi bendición. Di a tu padre, el cacique, que el Santo Padre le bendice a é y a toda su gente”. Dijo Ceferino, más tarde: “las piernas me temblaban, las manos también, la voz se me perdía en la garganta” La enfermedad empezó a avanzar, En marzo de 1905, había rendido casi todas las materias y le quedaba pendiente Historia Romana y Geografía. La tuberculosis hace estragos y la enfermedad avanza. Es internado en el Hospital de los Hermanos de San Juan de Dios y es atendido por el Dr. José Lapponi, médico personal del Papa Pío X.

    En abril le escribe a su padre: “cuando esté mejor, me prepararé para volver a Buenos Aires y de allí a Viedma”. El 11 de mayo de ese mismo año muere a los 18 años de edad,acompañado por Monseñor Cagliero.

    Sus últimas palabras fueron: ” Bendito sea Dios y María Santísima!, Basta que pueda salvar mi alma, y en los demás que se haga la santa voluntad de Dios”. Fue enterrado el día posterior a su fallecimiento en el cementerio de Roma, con la presencia de salesianos y compañeros de estudio. En 1924 los restos de Ceferino Namuncurá son repatriados por orden del presidente Marcelo T. de Alvear y llevados al cementerio de Fortín Mercedes, Pedro Luro (Pcia. de Buenos Aires ),Argentina. En 1930 sacerdote Luís J. Pedemonte comienza a propagar las virtudes y la devoción al “Indiecito Santo”. Recoge y publica testimonios de gracias obtenidas por su intercesión. El 2 de mayo de 1944 se inicia la Causa de Beatificación y el 3 de marzo de 1957 el Papa Pío XII aprueba la introducción de la Causa de Beatificación de Ceferino Namuncurá. El 22 de junio de 1972 el Papa Pablo VI lo declara Venerable. Fue el primer argentino que llegó a esa altura de santidad. Desde 1991 sus restos descansan en el Santuario de María Auxiliadora de Fortín Mercedes. El 7 de julio de 2007 el papa Benedicto XVI firmó el decreto que declara a Ceferino Namuncurá como beato. Una junta médica del Vaticano consideró que la curación de una mujer enferma no tenía explicación científica y se trató de un milagro por la intercesión de Ceferino. La ceremonia de beatificación se realizará el 11 de noviembre de 2007 en Chimpay.

  • Si Ceferino hubiera escrito su autobiografía
  • Ceferino Namuncurá y sus virtudes
  • Oración por intercesión de Ceferino Namuncurá(Próximo beato)
  • Oración por intercesión de Ceferino Namuncurá(Próximo beato)


    3290066852.jpgSeñor Jesús,

    te damos gracias por haber llamado a la vida y a la fe al peñi Ceferino, hijo de los pueblos originarios de América del Sur.

    Él, alimentándose con el Pan de Vida, supo responderte, con un corazón entero, viviendo siempre como discípulo y misionero del Reino.

    Él quiso ser útil a su gente, abrazando tu Evangelio y tomando cada día su cruz para seguirte en los humildes hechos de la vida cotidiana.

    Te pedimos por su intercesión que te acuerdes de los que todavía peregrinamos en este mundo (pedimos en silencio las intenciones que cada uno trae en el corazón)

    también nosotros podamos aprender de él: su amor decidido a la familia y a la tierra, la entrega generosa y alegre a todos los hermanos, su espíritu de reconciliación y comunión.

    Para que un día celebremos junto a él y todos los santos la Pascua eterna del cielo. Amén

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    SEGUNDA PARTE DE LA SANACION A TRAVES DEL PERDON




    "¿Cómo manejo el enojo, o la culpa? El enojo y la culpa son
    buenos en tanto me ayuden a odiar el mal en una situación

    dada, de modo que pueda cambiar lo que deba ser
    cambiado. Pero el enojo y la culpa me pueden enfermar si
    me llevan también a odiar más que a perdonar al que hace
    el mal. Si me enojo necesito perdonar al otro, y si me siento
    culpable necesito perdonarme a mí mismo. El perdón es la
    clave para la salud física y emocional.". ("Curso de oración"
    de los hermanos Linn).
    EFECTOS DE LA FALTA DE PERDÓN.
    Están bien reconocidos tanto por psicólogos como por
    directores espirituales.
    A nivel espiritual. Toda la vida espiritual gira
    alrededor del amor de Dios. S. Juan, en su primera
    carta (4, 7-10), nos manifiesta que el amor nos viene
    de Dios y no que nosotros hayamos amado a Dios.
    a.
    Cuando no perdonamos, cuando negamos nuestro
    amor al hermano, estamos poniendo trabas al amor de
    Dios, y entonces nos quedamos secos de amor y por
    más que hagamos y luchemos, no adelantamos. "Al
    estar llenos de odio hacia nuestros semejantes, no
    podemos recibir el amor de Dios que nos llega por
    medio de ellos. Jesús está allí en nuestro prójimo (Mat.
    24, 45), y al alejarnos del prójimo nos alejamos de
    Jesús". (Hermanos Linn)
    En donde más se nota en este alejarnos de Jesús es
    en la oración. Hay mucha dificultar para orar y cuando
    se ora no vemos respuestas; y no solo en el pedir nos
    encontramos a obscuras, sino también en la alabanza,
    en donde se traduce en un repetir frases de boca y
    nada más; nuestro corazón queda cerrado por la falta
    de perdón.
    El mayor bloqueo que ponemos en nuestra vida
    espiritual es la falta de perdón, aunque no tengamos
    conciencia de esa falta de perdón. Oigamos las
    palabras de S. Juan: "Quien no ama no ha conocido a
    Dios, porque Dios es amor". No olvidemos que solo
    tendremos una vida espiritual viviendo en Dios y con
    Dios. ¿Cómo podremos tener contacto con Dios si no
    lo conocemos? Podremos volver a orar y recibir de

    nuevo el amor sanador del Padre cuando podamos
    perdonar.

    jueves, 8 de noviembre de 2007

    FOTOS DE LA COMUNIDAD DE JOVENES DE LA PARROQUIA


    Rosario
    El Santo Rosario

    El Rosario completo

    HACE CLICK EN LOS HIPER VÍNCULOSEl Rosario completo está compuesto de veinte decenas. Está dividido en cuatro partes distintas, que se pueden rezar separadamente en diferentes momentos del día, los cinco Misterios Gozosos, los cinco Misterios Luminosos, los cinco Misterios Dolorosos, los cinco Misterios Gloriosos. Si se rezan sólo cinco decenas por día, es costumbre rezar los Misterios Gozosos los lunes y sábados, los Misterios Luminosos los jueves, los Misterios Dolorosos los martes y viernes, los Misterios Gloriosos los miércoles y domingos.

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