viernes, 9 de noviembre de 2007

images121.jpg¡Viva Jesús y María! Roma, 20 de noviembre 1904

Rmo. Señor Pro Vicario Pbro. Don Esteban Pagliere Muy Rdo. Padre:

Tengo el máximo honor de dirigir a V. R. una humilde como la presente desde la capital del mundo católico. Llegué a ésta ayer de mañana, y fui a saludar al Ilmo. Mons. Cagliero en la Procura general dé los salesianos ante la S. Sede, su residencia Episcopal. Estuve todo el día con el bondadoso prelado y al mismo tiempo me manifestó su juicio diciéndome que mi colegio estaba en la simpática y hermosa villa de Frascati. Mañana lunes Mons. Cagliero me conducirá a aquel Paraíso terrestre, donde el Señor y buen Jesús obrarán en mí según su voluntad.

Oh, quiera el Corazón Sacratísimo de Jesús y la Materna Bondad de la Purísima Concepción Inmaculada, bendecirme y tomarme bajo sus mantos seguros; ayudándome en mis estudios; dándome la Salud, Santidad, Sabiduría que me son indispensables para seguir con buen éxito mis atrasados estudios!

¡Oh, tengo verdaderamente una santa envidia a mis seis antiguos condiscípulos que este año jubilar de la Inmaculada, ofrecerán a tan buena Madre Celestial una brillante corona; consagrándose totalmente a su divino Hijo Jesús; revistiéndose con la vestidura del Divino Maestro, pasar del hombre viejo al nuevo; en fin, renunciando por completo al demonio, mundo y carne! ¡Que dichosos! ¡También ellos me debían de preceder! Pero “Fiat volutas Domini'’. El Señor no se olvida de sus criaturas. Llegará el día en que yo también me enlute para siempre de una vez. Puede ser que el Señor no me veía bastante preparado: y que por mal de mis pecados haya deparado el tiempo de consagrarme por completo al Señor. S. R. no se olvidará de este su pobre hijo en la Santa Misa. Cuando llegue a Frascati le escribiré nuevamente, dándole noticias más detalladas e impresiones de los primeros días. Mons. Cagliero no está muy bien de salud, pero puede atender todas sus cosas y quehaceres, pero con moderación. Se preparan grandes fiestas para la Inmaculada en la Ciudad Eterna. Corren voces de que todas las estatuas de la Virgen existentes en la Santa Ciudad serán coronadas y sé verificarán varias beatificaciones en dicho día en la Gran Basílica de San Pedro. Para esos días espero estar en Roma, según promesas de Mons. Cagliero. Espero una de sus cartas.

Con la esperanza de escribirle lo más pronto posible le saludo atentamente, a los demás Rdos. Superiores, Hermanos y Niños, y profésome de V. R. Humildísimo hijo en J. y M. Ceferino Namuncurá N.B.: Buena fiesta de la Purísima y hasta Frascati. ¡Adiós!

Ceferino Namuncurá y sus virtudes


images23.jpgFue modelo de todas las virtudes… cualquiera que busquemos: humildad, pureza, paciencia, caridad, fe, esperanza. Y en grado heróico. Por eso fue declarado VENERABLE por el Papa Paulo VI. El milagro que se aceptó como tal, es el caso de una mujer de Córdoba, que tenía 24 años y que se curó en forma instantánea e íntegramente de un cáncer de útero, y hasta pudo concebir nuevamente. Este hecho para la ciencia es absolutamente inexplicable y esto fue corroborado con estudios médicos anteriores y posteriores de la mujer, que acreditan la desaparición de la enfermedad. Este milagro atribuido a Ceferino se produjo en el 2000. La familia de esta joven con cáncer de útero pidió intensamente la intercesión de Ceferino ante Dios para salvarle la vida. Y la mujer se curó. La causa llegó a Roma desde Córdoba, donde durante cuatro años se estudió y altas fuentes de la iglesia indicaron que fue bastante rápido el tratamiento del caso. El padre Enrico Dal Cóvolo, postulador de la causa de Ceferino en Roma, informó que a principios de diciembre pasado « la consulta médica de la Congregación para la Causa de los Santos dictaminó que, desde el punto de vista clínico, la curación sometida a su juicio científico, era inexplicable». “Se ha avanzado rápidamente en ella. Yo creo que esto es una señal de la Providencia que sirve a legitimar un culto tan popular que la gente del pueblo en Argentina dirige a Ceferino”, dijo el sacerdote salesiano.

  • Si Ceferino hubiera escrito su autobiografía
  • Beatificación de Ceferino Namuncurá (su vida)
  • Carta de ceferino Namuncurá
  • Si Ceferino hubiera escrito su autobiografía


    33.jpgImagina como sería la autobiografía de CEFERINO NAMUNCURÁ : Soy Ceferino Namuncurà, hijo de los mapuches Don Manuel y Rosario Burgos, nacido en Chimpay, a la vera del Currú Leufú(Río Negro). Me crié cazando, juntando leña en el monte, cuidando caballos y ovejas. Como mapuche adoré a Nguenechén, el Supremo Hacedor o Ser Creador de todas las cosas. Veníamos de muchos años de luchas sangrientas, donde perdimos todos. Vivimos en la miseria. Sin instrucción ni médicos, rodeados de soldados violentos y civiles inescupulosos que ganaban dinero a nuestra costa. Nadie nos defendía.

    Por eso decidí estudiar: para ayudar a mi gente… pero debía irme lejos. Así que con mi padre nos fuimos a Buenos Aires. Tuve que aprender el castellano (que apenas balbuceaba). Como no tenía conocimientos debí empezar con niños menores. Era otro mundo, tan distinto del mío. A veces fui incomprendido, criticado y discriminado. Estudié mucho, me esforcé y así pude avanzar en la escuela.

    Empecé a conocer a Jesús. Aprendí el catecismo y eso me cambió la vida. Supe que El fue crucificado por mi. Conocí que había Resucitado y estaba Vivo. Empecé a vivir la Misa con toda el alma: escuchaba su Palabra con atención para ver que me decía Jesús.

    Mi corazón se llenó de celo por comunicar estas cosas maravillosas a los demás, en especial mi gente. Quería que toda la Patagonia conociera a Jesús, su Amor y su Evangelio. Quería ser misionero. Después me enfermé. Y me llevaron a Roma.

    No volvería más a mi tierra. Y ahora soy misionero de tantos que están lejos de Jesús e intercedo por ellos.

  • Ceferino Namuncurá y sus virtudes
  • Oración por intercesión de Ceferino Namuncurá(Próximo beato)
  • Beatificación de Ceferino Namuncurá (su vida)
  • Beatificación de Ceferino Namuncurá (su vida)


    3290066852.jpgFestividad:11 de mayo. Beatificación:11 de noviembre del 2007.

    Ceferino Namuncurá Burgos ( nació en Chimpay, Río Negro, 26 de agosto de 1886 y murió en Roma, 11 de mayo de 1905). Laico, joven, salesiano, argentino de origen mapuche. Nació en la reducción mapuche de Chimpay. Era hijo de Rosario Burgos (una cautiva chilena) y del cacique Manuel Namuncurá, que luchó en la batalla del 5 de mayo de 1883 contra el Ejército Argentino comandado por el Gral. Julio A. Roca, y nieto del caudillo mapuche Calfucurá. El cacique Namuncurá practicó la poligamia ( como costumbre de esa época). En 1990 Manuel con 89 años se casa con una de sus esposas: Ignasia Rañil (38 años) y reconoce oficialmente a doce de sus hijos naturales (hijos de distintas mujeres), uno de ellos Ceferino. Carmen Burgos, su madre, sigue viviendo en la tribu. Al año de edad, en 1887, Ceferino salva su vida milagrosamente de perecer ahogado en el Río Negro, mientras jugaba en sus orillas. Manuel ve que su hijo va a una muerte segura. Se narra que en ese momento Manuel invocó al Gran Ser Creador de todas las cosas, y que luego se convirtió en una plegaria al Dios cristiano, pidiendo el milagro para su hijo. Este se produce ya que las aguas lo arrojan a la orilla. Ese mismo año, el 24 de diciembre en vísperas de Navidad, es bautizado por el misionero salesiano Padre Domingo Melanesio. En la parroquia de Patagones está escrito: “ Libro de la Parroquia de Parragones, n# 127, año de 1888. En 24 de diciembre del año del Señor de mil ochocientos ochenta y ocho, el presbítero Domingo Melanesio en misión en el río Negro bautizó solemnemente, puso óleo y crisma, a Ceferino Namuncurá, de sexo masculino, que nació el día 26 de agosto del año 188 y seis… siendo sus padrinos José Rivero, natural de Buenos Aires, de 38 años de edad, domiciliado en Roca, y Carmen Burgos, natural de Mendoza, de 30 años, …”

    En los primeros años de la infancia ya no viven en los toldos, sino en un rancho. Participa de la actividad de la caza para alimentarse. Se cuenta que muchos indígenas alcoholizados a veces querían matar más avestruces y guanacos de los que necesitaban y Ceferino les pedía que se detuvieran. También compartió la pobreza, cuidar el poco ganado que tenían, traer leña del monte y aprender a ser jinete. A los 11 años pide que lo lleven a estudiar para luego regresar y así poder enseñar a los de su pueblo (”a estudiar para hacer bien a mi raza” según su expresión). Su madre decía: “Ceferino desde pequeño pensaba como un hombre”. Su padre, que era cacique mapuche, es nombrado Coronel de la Nación y va a Buenos Aires donde se encuentra con el General Luis María Campos, su amigo y Ministro de Guerra y Marina. Este le da a Ceferino una beca para estudiar en el taller de carpintería de la Armada en la localidad de Tigre. Permanece allí 3 meses, y le escribe a su papá que lo saque porque no le gusta ese ambiente y esa profesión. Manuel Namuncurá y su hijo visitan, luego, al Dr. Luis Sáenz Peña, ex presidente argentino, quien recomienda a Ceferino a los Salesianos.

    El 20 de septiembre de 1897 Ceferino es inscripto como alumno estudiante interno. La noticia de que un cacique visita el colegio causa revuelo. Ceferino es bien recibido por las autoridades y por sus compañeros, algunos de ellos esperaban un espíritu guerrero e indómito pero fueron impresionados por la tímida sonrisa que le iluminaba el oscuro rostro. Allí se dedica al estudio, aprende el idioma castellano y el catecismo. Se destaca en matemática. Es un excelente y paciente compañero. El 8 de septiembre de 1898 Ceferino recibe la Primera Comunión y, un año más tarde el 5 de noviembre de 1899, recibe el Sacramento de la Confirmación. Un compañero dijo: “ La piedad de Ceferino se manifestaba en los más insignificantes detalles de la vida colegial: en su palabras, en sus actos, en el modo como se santiguaba, al hacer la genuflexión en el tabernáculo, al tomar el agua bendita y al rezar las oraciones”. El padre Cesar Ceccoto dijo: “ Ceferino fue mi alumno durante dos años en el colegio Pio IX de Buenos Aires. Joven de sincera piedad, sencillo, el mejor que yo tuviera en aquellos años felices. Con la mayor devoción y recogimiento se acercaba diariamente a la santa Comunión y puntualmente cada semana y aún mas a menudo, se confesaba. Nutría especial devoción a Jesús sacramentado, a la Virgen santísima y a nuestro padre Don Bosco. Durante los recreos se lo veía a menudo en la iglesia, a los pies del tabernáculo o delante de la estatua de la Virgen, en devota oración, y a veces con algún compañero al que solía invitar amablemente….Nunca se le escapaba una palabra de críica, de murmuración o de resentimiento …. aunque no tuviera una inteligencia extraordinaria, era siempre de los primeros en los exámenes. A fuerza de voluntad y de aplicación, lograba igualar y superar a los compañeros dotados de mayor memoria y capacidad. …Humilde, mortificado, servicial, le agradaba que le encargasen la limpieza del aula.”

    A principios de 1902 su salud comienza a deteriorarse y le diagnostican tuberculosis. Monseñor Cagliero decide trasladarlo a Viedma, con la esperanza de que recuperara la salud. A comienzos de 1903, en el colegio “San Francisco de Sales” de Viedma comienza su estudio secundario como aspirante salesiano. Allí cumple una tarea de sacristán del colegio. Su salud se deteriora más y más. El sacerdote médico Evasio Garrone y el enfermero del hospital el Beato Artémides Zatti cuidan de Ceferino. Miguel de Salvo (compañero y luego presbítero salesiano) narró que Ceferino había soñado varias veces que “ una voz queda me llama repetidamente diciéndome “ven conmigo, ven”…”

    El 19 de julio de 1904 con 17 años, Ceferino es trasladado a Turín, Italia por Monseñor Cagliero. Los salesianos pensaron que el clima sería beneficioso para la salud y podría continuar sus estudios de sacerdocio. Estudia en el colegio de “Villa Sora” (Frascati, Roma). En Turín, el Beato Miguel Rúa, el primer sucesor de San Juan Bosco, dialoga varias veces con él. Visita la tumba de don Bosco. Allí cumple 18 años. Parece que su salud mejora .Ceferino expresa en una de su cartas: ”estoy más morrudo”.

    El 27 de septiembre de 1904, Ceferino visita al Papa Pío X, junto con Monseñor Cagliero, los sacerdotes José Vespignani y Evasio Garrone y otros salesianos. A Ceferino le encomendaron la tarea de pronunciar un breve discurso con unas emocionadas palabras y obsequia al Papa un Quillango de guanaco Mapuche. Pío X se conmueve, lo bendice y le obsequia la medalla destinada a los príncipes. Le dice: “Hijo, te doy gracias por lo bien que hablas del Vicario de Cristo. Quiera el Señor que puedas poner en práctica todo lo que dices: de convertir a todos tus hermanos de la Patagonia en Jesucristo. Y yo, a este fin, te doy de todo corazón mi bendición. Di a tu padre, el cacique, que el Santo Padre le bendice a é y a toda su gente”. Dijo Ceferino, más tarde: “las piernas me temblaban, las manos también, la voz se me perdía en la garganta” La enfermedad empezó a avanzar, En marzo de 1905, había rendido casi todas las materias y le quedaba pendiente Historia Romana y Geografía. La tuberculosis hace estragos y la enfermedad avanza. Es internado en el Hospital de los Hermanos de San Juan de Dios y es atendido por el Dr. José Lapponi, médico personal del Papa Pío X.

    En abril le escribe a su padre: “cuando esté mejor, me prepararé para volver a Buenos Aires y de allí a Viedma”. El 11 de mayo de ese mismo año muere a los 18 años de edad,acompañado por Monseñor Cagliero.

    Sus últimas palabras fueron: ” Bendito sea Dios y María Santísima!, Basta que pueda salvar mi alma, y en los demás que se haga la santa voluntad de Dios”. Fue enterrado el día posterior a su fallecimiento en el cementerio de Roma, con la presencia de salesianos y compañeros de estudio. En 1924 los restos de Ceferino Namuncurá son repatriados por orden del presidente Marcelo T. de Alvear y llevados al cementerio de Fortín Mercedes, Pedro Luro (Pcia. de Buenos Aires ),Argentina. En 1930 sacerdote Luís J. Pedemonte comienza a propagar las virtudes y la devoción al “Indiecito Santo”. Recoge y publica testimonios de gracias obtenidas por su intercesión. El 2 de mayo de 1944 se inicia la Causa de Beatificación y el 3 de marzo de 1957 el Papa Pío XII aprueba la introducción de la Causa de Beatificación de Ceferino Namuncurá. El 22 de junio de 1972 el Papa Pablo VI lo declara Venerable. Fue el primer argentino que llegó a esa altura de santidad. Desde 1991 sus restos descansan en el Santuario de María Auxiliadora de Fortín Mercedes. El 7 de julio de 2007 el papa Benedicto XVI firmó el decreto que declara a Ceferino Namuncurá como beato. Una junta médica del Vaticano consideró que la curación de una mujer enferma no tenía explicación científica y se trató de un milagro por la intercesión de Ceferino. La ceremonia de beatificación se realizará el 11 de noviembre de 2007 en Chimpay.

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  • Oración por intercesión de Ceferino Namuncurá(Próximo beato)
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    3290066852.jpgSeñor Jesús,

    te damos gracias por haber llamado a la vida y a la fe al peñi Ceferino, hijo de los pueblos originarios de América del Sur.

    Él, alimentándose con el Pan de Vida, supo responderte, con un corazón entero, viviendo siempre como discípulo y misionero del Reino.

    Él quiso ser útil a su gente, abrazando tu Evangelio y tomando cada día su cruz para seguirte en los humildes hechos de la vida cotidiana.

    Te pedimos por su intercesión que te acuerdes de los que todavía peregrinamos en este mundo (pedimos en silencio las intenciones que cada uno trae en el corazón)

    también nosotros podamos aprender de él: su amor decidido a la familia y a la tierra, la entrega generosa y alegre a todos los hermanos, su espíritu de reconciliación y comunión.

    Para que un día celebremos junto a él y todos los santos la Pascua eterna del cielo. Amén

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